No son pocos los niños que se ponen por primera vez unos esquís con tres años. Familiarizarse con el entorno y tener la sensación de andar con unas “tablas” en los pies sería un buen comienzo. Lo cierto es que no hay una regla matemática a la hora de determinar la mejor edad para que un niño esquíe por primera vez, pero son muchos los que coinciden en afirmar que a partir de los cinco años la capacidad psicomotriz está más desarrollada.
Para los más pequeños, la Escuela Oficial de Esquí ofrece la posibilidad de iniciarse en el Jardín Alpino, un entorno especialmente acondicionado para niños que facilita notablemente el aprendizaje en una zona de confort. Además de dos pistas de iniciación con alfombras, tiene instalaciones interiores con juegos, cuidadores y servicios.